"POETAS MALAGUEÑOS"

DANIEL LÁZARO ABOLAFIO
EL JUGLAR EN EL ASFALTO
El juglar en el asfalto, es mi última publicación, consiste en una colección de letrillas, villancicos, canciones, zéjeles... Se trata de un intento de actualizar esas estrofas imitando su frescura, su desenvuelta oralidad, vertiendo temas de hoy en moldes de ayer.
Podrá disfrutar también el lector, si gusta, de la versión musicada del primer poema, Alborada del conductor, realizada por unos juglares amigos. El tema es de Eduardo Retamero; los arreglos de Ángel Luís Montilla.
Alborada del conductor .mp3
ALBORADA DEL CONDUCTOR
Acaba de amanecer
por detrás de la montaña,
e ingresas en la maraña...
No te lo puedes creer,
aunque es lo mismo que ayer...
Apártate esa legaña,
y dime por qué te extraña.
Cada mañana es un chasco
el atasco.
Acelerabas contento
por la carretera sola,
y te encontraste la cola...
De repente, en un momento,
como si el genio del cuento...
Se está formando una bola
que crece y se descontrola.
Colapso en la carretera.
¡Pelotera!
Bostezas, miras la hora,
escrutas la carretera,
a ese señor de tu vera,
modificas la emisora,
observas a una señora
que escarba por la guantera...
Qué mañanita te espera.
Todos los días atasco.
¡Es un asco!
Si un vendedor ofreciera
infusioncitas de tila
a lo largo de la fila,
le comprabas la tetera.
El atasco desespera.
Llega otro coche, se apila...
Te suda el cuello, la axila...
Aumenta la retención.
¡Maldición!
La fila sigue estancada,
y te preguntas, clemente,
si es que un maldito accidente
neutraliza la calzada...
Pero no ha pasado nada.
Ocurre que simplemente
se desplaza mucha gente...
La lenta hormiga se afana.
¡Caravana!
EL DULCE ESTILO NUEVO
Conocer el rosa palo
no es peligroso, ni es malo...
Aunque no tengas eczemas
debes untarte las cremas...
No te resistas, y asume
que hay que ponerse perfume...
Si no quieres ser antiguo
posa un poquito de ambiguo...
Úntate crema, apechuga,
que ella no quiere la arruga...
Y además de los ungüentos,
la ropa y los complementos...
Collares, bolsos, pulseras...
Lúcelos ya, a qué esperas.
El príncipe de su sueño
viste ropa de diseño...
Estudia lo que te pones,
y evita repeticiones.
Que la ropa se concierte
y habrá pasión, habrá suerte...
Mejor la musculatura
que el dinero, o la cultura...
Ni viril ni masculino,
hay que ser algo más fino...
Depílate. Que ella hierve
cuando la mira un imberbe...
Úntate crema, quejica,
que es sólo crema... ¡Y no pica!
Delicado quiere verte,
más delicado que fuerte...
Lo ideal es el estado
de forzudo depilado...
La camiseta, ajustada.
Ya lo sé, no digas nada...
CEMENTO, ARENA Y GRAVILLA
Yo ya no sé, constructor,
si eres la luz y el motor
y el que genera riqueza,
o sólo una buena pieza...
No te dé ninguna pena,
edifica entre la arena...
Edifica por la playa.
¡En cualquier sitio que haya!
Urbaniza el litoral.
Si no es más que un pedregal.
Levanta un bloque en la orilla.
¡Enladrilla, enladrilla!
Y si el alcalde protesta
se le invita a nuestra fiesta.
¿Habrá mejores razones
que unas buenas comisiones?
¿Que te acecha la querella?
¡Cuidado! Piensa en Marbella...
Pero si nadie te pilla,
enladrilla, enladrilla...
¿Que aquél no vende el solar?
Se le intenta intimidar.
¿Que la abuelita no deja
una casucha tan vieja,
y se aferra a su vivienda?
Habrá que hacer que comprenda...
¡Que les den mucha morcilla!
¡Y tú enladrilla, enladrilla!
Construye incluso en el mar,
que allí se puede morar.
Bastará con que compremos
una barca y unos remos...
Ya me imagino el eslogan:
"Tan cerquita que se ahogan."
La costa, qué maravilla...
Pero enladrilla, enladrilla.
Como nos gusta que aportes,
patrocina los deportes,
despilfarra en la cultura...
Sé que te duele y te apura,
pero con tanto litigio
has de invertir en prestigio.
¡Tienes un nombre que brilla,
y que enladrilla, enladrilla!
Tu tarea es el progreso.
¿Te vas a culpar por eso?
Construcción y desarrollo,
o acabamos en el hoyo.
Eso lo ignoran los memos,
pero el resto lo sabemos...
Cemento, arena y gravilla.
¡Y tú enladrilla, enladrilla!